Ahora que empieza a hacer frío, no hay nada como encender la chimenea y disfrutar del calor del fuego en invierno. Pero si nota humo, malos olores o que calienta menos de lo habitual, quizá su instalación esté pidiendo atención. En la mayoría de los casos, el problema no está en la chimenea… sino en pequeños hábitos que reducen su eficiencia.

A continuación, le mostramos los cinco errores más frecuentes que los expertos en limpieza de chimeneas y mantenimiento de chimeneas detectamos con mayor frecuencia, junto a sus soluciones prácticas.

Error 1: Utilizar leña húmeda o de baja calidad

La leña es el combustible de su chimenea, y su calidad marca la diferencia. Si está húmeda, mal curada o proviene de maderas blandas, generará más humo, más residuos y menos calor. Además, aumenta la formación de creosota, una sustancia inflamable que puede adherirse al conducto y provocar incendios.

**Cómo evitarlo:** Use siempre leña seca con al menos seis meses de secado. Las maderas duras (encina, roble, haya o fresno) ofrecen más poder calorífico y menos residuos. Guarde los troncos en un lugar ventilado y elevado del suelo para mantenerlos secos.

Error 2: Descuidar la limpieza del conducto

Una chimenea sucia no solo pierde potencia; también puede ser peligrosa. El hollín acumulado reduce el tiro, provoca humo dentro de la estancia y eleva el riesgo de incendios.

**Cómo evitarlo:** Programe una limpieza de chimeneas anual. En Su DEHOLLINADOR contamos con excelentes profesionales con una amplia experiencia que podrán eliminar la creosota, revisar juntas, comprobar el tiro y dejar su instalación en perfecto estado para el invierno. Es la mejor forma de asegurar que su chimenea respira correctamente.

Error 3: Encender el fuego con papel o líquidos inflamables

El papel produce chispas, humo y residuos. Y los líquidos inflamables, además de ser peligrosos, pueden liberar gases tóxicos que dañan el conducto.

**Cómo evitarlo:** Use pastillas naturales de encendido o pequeñas astillas secas. Coloque la leña de forma cruzada, dejando espacio para el aire. Si su chimenea tiene control de tiro, manténgalo completamente abierto durante el encendido para favorecer una combustión limpia.

Error 4: No ventilar la estancia durante el uso

El fuego necesita oxígeno. Si el ambiente está cerrado, la combustión será incompleta y el humo tenderá a quedarse en la habitación. Además, se genera más hollín y monóxido de carbono.

**Cómo evitarlo:** Abra una ventana cercana unos centímetros mientras enciende la chimenea y durante los primeros minutos de uso. Un flujo constante de aire mantiene la llama viva y mejora el rendimiento energético.

Error 5: Olvidar el mantenimiento periódico

El mantenimiento de chimeneas no termina con retirar las cenizas. Revisar válvulas, tiro, rejillas, cristales y juntas evita fugas de calor y prolonga la vida útil del sistema. Un profesional puede detectar fisuras o desgastes invisibles que, con el tiempo, podrían causar averías costosas.

**Cómo evitarlo:** Haga una revisión completa antes de cada temporada de frío. En Su DESHOLLINADOR encontrará profesionales que le darán garantía de seguridad, eficiencia y tranquilidad.

Consejos adicionales para mejorar la eficiencia

• Limpie regularmente el cristal del hogar con productos específicos o vinagre caliente.
• Mantenga siempre una pequeña corriente de aire para una combustión más limpia.
• Coloque un protector de chimenea si hay niños o mascotas.
• No cierre completamente el tiro: el aire es necesario para mantener la llama viva.
• Si nota humo o un tiro débil, contacte con Su DESHOLLINADOR antes de volver a usarla.

En resumen

Una chimenea bien cuidada no solo calienta su hogar: también le aporta seguridad, ahorro y confort. Evitar estos errores y realizar una limpieza de chimeneas regular con Su DESHOLLINADOR es la mejor inversión para disfrutar de su fuego con total tranquilidad.

¡¡¡HASTA PRONTO EN SU DESHOLLINADOR!!!