Cómo hacer que mi chimenea dé más calor

Dic - 29
2023

Cómo hacer que mi chimenea dé más calor

¿Tiene una chimenea o estufa de leña en casa que no parece dar el calor que espera? ¿Está echando más y más leña, pero, aun así, siente que su hogar no se está calentando lo suficiente? Si su aparato no está funcionando adecuadamente, no sólo está perdiendo calor sino también dinero en leña extra y aumentando el riesgo de incendios en su hogar.

Le vamos a dar unos consejos prácticos y sencillos para hacer que su aparato de más calor, desde cómo elegir la madera adecuada hasta cómo encender el fuego correctamente. Encontrará todas las herramientas necesarias para lograr que su hogar se mantenga cálido durante el invierno.

ESCOJA LA MADERA ADECUADA

No todas las maderas son iguales cuando se trata de combustible para su aparato. Como hemos visto anteriormente, hay ciertos tipos de madera que no son aptos para la combustión debido su alto contenido de resina. Le recomendamos leer nuestro artículo “¿Cuál es la mejor leña para nuestra chimenea?” donde le indicamos los tipos de madera y sus cualidades y el artículo “Mucho ojo con la leña que quemamos…” donde podrá informarse de los peligros que conlleva quemar ciertas maderas pos su toxicidad.

Por lo general, las mejores maderas para quemar son las duras. Estas maderas son densas y pesadas, lo que significa que contienen más energía y, por lo tanto, producen más calor cuando se queman. Además, su bajo contenido de resina las hace menos propensas a producir humo y creosota, lo que es bueno para la chimenea y la calidad del aire en tu hogar.

Por otro lado, evite quemar maderas blandas. Estas contienen mucha resina y pueden producir humo, chispas y depósitos de creosota. Si decide quemar madera blanda, asegúrese de que estén completamente secas y no contengan resina pegajosa, que puede acumularse en la chimenea y causar un peligro de incendio.

Recuerde: La calidad de la leña influye en su eficiencia, seguridad y limpieza de la quema.

ASEGÚRESE DE TENER SUFICIENTE AIRE FRESCO

Otro factor importante es la cantidad de aire fresco que se suministra al fuego. Es fundamental que su aparato tenga suficiente aire fresco para su combustión. Sin este aire fresco, el fuego no se quemará de manera adecuada y producirá humo y gases de combustión, reduciendo la eficiencia y la cantidad de calor que produce.

Por otro lado, la mayoría de los aparatos de alto rendimiento están diseñados con toma de aire exterior. Esta toma de aire proporciona oxígeno al fuego. Si su aparato no tiene esta toma, debe asegurarse de que haya suficiente ventilación en la estancia para que el aire fresco pueda entrar.

APRENDA A ENCENDER EL FUEGO CORRECTAMENTE

Encender el fuego de manera adecuada es fundamental para sacar el máximo partido a su aparato. Antiguamente, los aparatos, no se encendían como se deben encender los aparatos actuales.

El primer paso por ser el más importante es asegurarse de que no hay objetos que puedan quemarse cerca, tendrá que apartar cualquier objeto que pueda prenderse.

Lo siguiente es preparar una base con combustible de fácil encendido. Puede poner unas ramas delgadas, hojas secas, piñas, un par de pastillas de encendidos… colóquelos de tal forma que queden huecos para que la llama respire y se oxigene.

Ahora ya tiene preparada la base para encender la chimenea, coja una cerilla o un mechero, encienda el fuego y cierre la puerta. Este paso es el más delicado, es muy importante estar atento y no descuidar el fuego para que no se apague. Para facilitar que el fuego realmente prenda, puede poner la llama en distintas partes. Si ve que se está apagando añada alguna ramita más.

Mi truco personal para encender más rápido es coger 2 o 3 piñas y prenderlas. A continuación las pongo sobre algunas ramitas pequeñas que he metido en la chimenea y, encima de las piñas pongo algún tronco más gordo. Lo suelo hacer con forma de pirámide dejando huecos para que el fuego no se ahogue y se oxigene. Puede ayudarse con un fuelle de vez en cuando para avivar las llamas hasta que el fuego coja fuerza.

Algunas chimeneas necesitan más tiempo que otras para crear un buen tiro, especialmente las de ladrillo. Si el tiro no es suficiente, puede ser buena idea abrir la puerta de la estufa ligeramente hasta que la estufa está caliente.

Si, después de todo, hemos calculado mal el tamaño del tronco, o hemos errado en su colocación, y el fuego se apaga, aún podemos aprovechar las brasas y comenzar de nuevo. No es raro que tengan que realizarse varios intentos.

Recuerde que el flujo de aire es lo más importante, recomendamos una distancia de 1 cm entre pieza y pieza de leña, es la medida ideal. La leña menuda no ha de ser gruesa, pequeños troncos o astillas de entre dos y cuatro centímetros de grosor es lo ideal.

Una vez vea que ya está encendida es hora de añadir troncos más gordos para que empiecen a prenderse antes de que se consuman las ramitas y se apague la chimenea. Para encender el tronco, hay que acercarle una llama de forma continua durante un tiempo hasta que el tronco arda por sí mismo. En este paso aún tendremos que estar atentos, y no descuidar el fuego metiendo de vez en cuando algunas ramitas. Será necesario que quede espacio entre los troncos, para que el fuego respire y disponga del oxígeno necesario para quemar, puede colocar los troncos en forma «piramidal» para que así entre aire y prenda más fácilmente.

Si pasado un tiempo, el tronco gordo todavía no ha prendido, podemos olvidarnos de momento de él. Para evitar que se apague hemos de aprovechar este fuego para quemar algún tronco de tamaño mediano y una vez que este tronco haya prendido, el tronco grueso arderá con toda seguridad. Mientras, al estar dentro de la chimenea, irá tomando temperatura para así prender más fácilmente. A partir de este momento, el tronco nos dará su calor, con sólo estar atentos a unos cuantos detalles. Es muy importante la colocación del tronco, ya que su llama nos tiene que dar calor, por una parte, y tiene que ser fuente, además, de la propia combustión; por esta razón, es importante darle un pequeño giro cuando una parte del tronco se haya consumido.

AJUSTE LA CANTIDAD DE MADERA

Quemar demasiada madera a la vez puede reducir la eficiencia del fuego. Esto puede causar un exceso de humo y gases de combustión y disminuir el oxígeno disponible para el fuego. Por otro lado, quemar muy poca madera también puede reducir la eficiencia de la combustión, ya que esto puede provocar una combustión incompleta y baja producción de calor.

Es importante ajustar la cantidad de madera que utiliza en función del tamaño de su chimenea, la calidad de la madera y la cantidad de calor que deseas producir. Se recomienda utilizar pequeñas cantidades de madera de alta calidad para garantizar una combustión completa y una alta producción de calor.

También es importante no sobrecargar la chimenea con madera. En lugar de cargar la chimenea con grandes trozos de madera, es mejor añadir una cantidad moderada de madera en intervalos regulares.

LIMPIE SU APARATO REGULARMENTE

La acumulación de hollín y otros residuos en su chimenea puede reducir la eficiencia de la combustión y disminuir la cantidad de calor que produce. Además, el hollín y los residuos pueden obstruir la chimenea y aumentar el riesgo de incendios.

Por lo tanto, es importante limpiar su aparato regularmente para eliminar cualquier acumulación de hollín y residuos. Recomendamos deshollinar en profundidad el aparato una vez al año, antes de la temporada de invierno. También recomendamos realizar un mantenimiento diario del aparato.

Un profesional puede asegurarle que la chimenea esté completamente limpia y segura para su uso.

También es importante prestar atención a cualquier señal de que su chimenea necesite limpieza, como un olor a humo persistente en la habitación o una disminución en la producción de calor. Si nota alguno de estos síntomas, es posible que necesite limpiar su chimenea antes de lo programado.

CONCLUSIÓN

En resumen, maximizar el calor que produce su chimenea no es difícil, pero requiere atención y cuidado. Escoger la madera adecuada, asegurarse de tener suficiente aire fresco, aprender a encender el fuego correctamente, ajustar la cantidad de madera y limpiar su chimenea regularmente son consejos que puede seguir para asegurarse de que su chimenea sea más eficiente y de más calor.

Además de seguir estos consejos, también es importante recordar que la seguridad es una prioridad. Asegúrese de tener un detector de humo y monóxido de carbono instalado y que funciona correctamente. También es importante no dejar la chimenea sin supervisión y apagarla completamente antes de salir de casa o irse a dormir (en caso de ser una chimenea abierta).

Con un poco de atención y cuidado, puede disfrutar de un aparato más eficiente y de más calor, mientras garantiza su seguridad y la de su hogar.

Si tiene alguna consulta, no dude en preguntarnos. Esperamos que este artículo le haya servido de ayuda.

¡¡¡HASTA PRONTO EN SU DESHOLLINADOR!!!

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