Mantenimiento ideal para su chimenea de leña

Ene - 31
2024

Mantenimiento ideal para su chimenea de leña

Vamos a proporcionarle una guía detallada y consejos útiles para limpiar, mantener y optimizar el funcionamiento de su chimenea de leña. Al seguir estas recomendaciones, podrá disfrutar de los beneficios de su chimenea, minimizando los inconvenientes y riesgos potenciales.

 

La importancia de la limpieza en el mantenimiento de la chimenea

La limpieza regular es esencial en el mantenimiento de una chimenea. La combustión de la madera genera residuos, como hollín y creosota, que se acumulan en el conducto de humos y deben eliminarse periódicamente. Si no se realiza una limpieza adecuada, la chimenea puede bloquearse, llenar la estancia de humo e incluso provocar incendios. Hay una serie de pautas que debe seguir siempre que vaya a limpiar su chimenea.

Afortunadamente mantener una chimenea en perfectas condiciones es bastante simple. Y se notará cuando la encendamos porque la leña arderá mucho mejor. El fabricante de su chimenea seguramente le dé algunos consejos. Estos suelen ser casi siempre los mismos.

Consejos básicos para el mantenimiento de chimeneas de leña

A continuación, le presentamos algunas pautas básicas que debe seguir al limpiar y mantener su chimenea de leña:

  • Antes de comenzar la limpieza, asegúrese de que la chimenea esté completamente fría para evitar quemaduras o daños.
  • Vacíe el cajón de ceniza con regularidad, pero deje una capa delgada de ceniza en el fondo para favorecer el consumo eficiente de la leña.
  • Utilice un cepillo especial para limpiar el conducto de humos, desprendiendo el hollín y la creosota acumulados.
  • Si la acumulación de hollín es severa, considere usar un cepillo de acero o contactar con un profesional para evitar más acumulación de hollín.

Uso de leños deshollinadores

Desde Su DESHOLLINADOR desaconsejamos totalmente el uso de los deshollinadores químicos ya que lo único que hacen es cambiar el hollín de estado poniendo en riesgo su monedero y, sobre todo, SU SEGURIDAD.

Se denominan productos “deshollinadores” pero nada más lejos… En realidad son productos químicos que lo que hacen es cambiar de estado el hollín de su chimenea. Estos químicos son usados para descomponer la capa exterior de creosota que se desarrolla en las paredes de la chimenea. Una vez que el producto “deshollinador” se enciende y se deja quemar de acuerdo a las instrucciones, estos químicos se levantan con el calor y se depositan en la creosota. Con los fuegos frecuentes, la creosota es descompuesta químicamente para que pueda caer como ceniza. Es decir, pasamos de tener un hollín con textura como la de sal gorda a una tipo harina (lo que también dificulta la limpieza posterior que realice el deshollinador). Es muy importante tener en cuenta que los productos deshollinadores no pueden reemplazar un servicio completo de limpieza ya que no tienen ninguna actividad frente al resto de residuos ni a los nidos de aves que puedan estar bloqueando la correcta ventilación del conducto de la chimenea.

En definitiva… Ni limpian ni eliminan el hollín, sólo lo transforman y lo dejan “quietecito” en el conducto… ¡¡¡LISTO PARA INFLAMARSE!!!

En todos ellos se recomienda el deshollinado mecánico después de su uso. Los usuarios de estos productos tienen la idea errónea que “barren” y hacen desaparecer con el hollín la creosota y la ceniza en la chimenea. Aún más, aquellos que utilicen los productos y no investiguen su eficacia corren el riesgo de desarrollar un peligro de incendio en sus hogares si no realizan limpiezas regulares a la chimenea. Es más, incluso en los propios envases del producto, se recomienda realizar un deshollinado mecánico una o dos veces al año… ¡¡¡MÁS CLARO IMPOSIBLE!!!

Mantenimiento de las puertas para chimeneas

Las puertas de chimenea también deben estar en buenas condiciones. Un poco de agua y jabón y un cepillo fuerte nos ayudará a tenerlas en perfecto estado y la chimenea lucirá mucho mejor. Después de la limpieza profunda de la puerta debemos tener en cuenta el cristal de la chimenea. Es una operación muy necesaria y se debe hacer con frecuencia por dos motivos. Para que el calor se irradie mejor a la habitación y la otra (que es la que más nos gusta) PARA DISFRUTAR DE LA MARAVILLOSA VISIÓN DEL FUEGO. Siempre es algo hipnótico y da muy buen ambiente a la habitación. Lo cierto es que su limpieza es más sencilla de lo que parece. En este artículo le explicamos cómo limpiar el cristal de su chimenea de manera fácil y eficaz.

Limpieza anual y revisión por un profesional

Una vez al año debe hacerse una limpieza en profundidad, preferiblemente a manos de un profesional para que también pueda revisar el estado de la chimenea y comprobar que todo está en perfectas condiciones. La temporada de limpieza de chimeneas suele ser al finalizar el invierno o justo antes de empezar a utilizarla. Aunque no está de más hacerlo entre estas dos épocas, sobre todo porque la demanda es menor y podemos aprovechar mejores precios en estos trabajos.

¿Cuándo es necesario contactar con un deshollinador?

  • Limpieza anual: Es recomendable contratar a un deshollinador profesional al menos una vez al año para realizar una limpieza en profundidad y una inspección del sistema de la chimenea.
  • Acumulación excesiva de hollín o creosota: Si observa una acumulación considerable de hollín o creosota en el conducto de humos, es necesario hablar con un deshollinador. La acumulación de estos residuos puede aumentar el riesgo de incendios y reducir la eficiencia de la chimenea.
  • Obstrucciones o bloqueos en el conducto de humos: Si nota problemas con el tiro de la chimenea, como humo que retorna a la estancia o una disminución en la eficiencia de la combustión, puede haber una obstrucción en el conducto de humos. Un deshollinador puede identificar y eliminar las obstrucciones, como nidos de animales o escombros.
  • Problemas de rendimiento o funcionamiento: Si experimenta problemas de rendimiento, como una disminución en el calor generado o dificultad para encender la chimenea, un deshollinador puede identificar y solucionar estos fallos en la ventilación o componentes dañados.
  • Evaluación del estado de la chimenea: Si ha adquirido una vivienda con chimenea o si no ha utilizado la chimenea durante un tiempo prolongado, es aconsejable contratar a un deshollinador para evaluar su estado y asegurarse de que funciona correctamente y de forma segura antes de comenzar a utilizarla.

Selección adecuada de la leña

El tipo de leña que utilice también influye en el mantenimiento de su chimenea. Al elegir leña adecuada, puede reducir la acumulación de hollín y creosota, y mejorar la eficiencia energética de la chimenea. Siga estas recomendaciones al seleccionar la leña:

  • Opte por maderas duras, como roble, haya o encina, que generan menos hollín y proporcionan más calor que las maderas blandas.
  • Utilice leña seca y bien curada, con un contenido de humedad inferior al 20%, para asegurar una combustión limpia y eficiente.
  • Evite quemar madera tratada, pintada o barnizada, ya que pueden liberar sustancias químicas nocivas durante la combustión.

 

Problemas típicos en chimeneas y sus soluciones

Obstrucción del tiro de la chimenea por objetos extraños o nidos de animales

La obstrucción del conducto de humos puede deberse a la presencia de objetos extraños, como ramas, hojas, escombros o nidos de animales como pájaros o ardillas. Estas obstrucciones pueden impedir el flujo adecuado de los gases de combustión, lo que provoca una reducción en la eficiencia de la chimenea y un aumento en el riesgo de incendios o intoxicaciones por monóxido de carbono. Para solucionar este problema, es necesario revisar y limpiar el conducto de humos regularmente, y en casos severos, solicitar la ayuda de un profesional.

Fugas de humo en la estancia debido a un sellado inadecuado o juntas desgastadas

El humo puede filtrarse en la estancia si las juntas de las puertas de la chimenea están desgastadas o si el sellado entre la chimenea y el conducto de humos es inadecuado.

Las fugas de humo pueden causar olores desagradables y afectar la calidad del aire interior. Para atajar esta situación es necesario reemplazar las juntas desgastadas y aplicar un sellador adecuado en las áreas donde se detecten fugas.

Deterioro o fisuras en la estructura de la chimenea, como ladrillos o revestimientos dañados

El envejecimiento, el uso continuo y las condiciones climáticas adversas pueden causar daños en la estructura de la chimenea, como ladrillos agrietados, revestimientos desgastados o fisuras en la mampostería.

Estos daños pueden afectar la eficiencia y la seguridad de la chimenea, y aumentar el riesgo de incendios o colapsos estructurales. Por ello es necesario realizar inspecciones periódicas de la chimenea y contratar a un profesional para reparar o reemplazar los componentes dañados.

Fallo en la correcta ventilación, causado por una mala instalación o un diseño inapropiado del conducto de humos

Un sistema de ventilación inadecuado puede causar problemas como la acumulación de humo en la estancia, la disminución de la eficiencia de la chimenea y el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono.

Esto puede deberse a una mala instalación de la chimenea, un diseño incorrecto del conducto de humos o la falta de un sistema de ventilación adecuado en el espacio donde se encuentra la chimenea. Para resolver esta incidencia es necesario revisar y corregir el diseño y la instalación del sistema de ventilación, y en casos severos, contratar a un profesional para realizar las modificaciones necesarias.

Si tiene alguna consulta, no dude en preguntarnos. Esperamos que este artículo le haya servido de ayuda.

¡¡¡HASTA PRONTO EN SU DESHOLLINADOR!!!

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